lunes, 30 de enero de 2012

A la carrera online mientras mi conexión a internet no me falle

Hoy he empezado la carrera de cursos online. La primera valla que voy a saltar se llama "Dirección Estratégica", ¿a qué suena bien? Todavía no sé muy bien qué tipo de empresa voy a montar y mucho menos la estrategia a seguir pero tiempo al tiempo que de eso tengo mucho. Antes tengo que familiarizarme con esta forma de estudiar. He estado investigando...vamos, toqueteando con el ratón, pinchando aquí y allá y hasta he rellenado unos cuestionarios relacionados con lo que creo que es parte del temario (por cierto con bastante éxito, he acertado el 90% de las preguntas) pero sin saber muy bien si tenía que hacerlo o no...soy novata. Supongo que alguien se pondrá en contacto conmigo para felicitarme o regañarme por no esperar más instrucciones antes de lanzarme al interesante mundo de la estrategia. No tengo claro para qué me va a servir a corto plazo, pero si aprendo a planificar estrategias, bienvenido sea, porque mi vida hasta ahora se ha desarrollado de forma espontánea, nada planificada...pero eso sí, organizada dentro del "caos" (porque ante todo soy muy responsable) y disfrutada intensamente como buena alumna que soy de la escuela "carpe diem" o lo que es lo mismo, "aprovecha el momento, no lo malgastes", pero siempre con cabeza.

Bueno, volviendo a mi curso de Dirección estratégica, estoy deseando descubrir cuáles son las "reglas" del "mercado" y ponerme a prueba. Igual utilizo "el mundo de Hugo" para montar mi propio sello en el "sector" literario y dar a conocer mis cuentos entre el "segmento" infantil. Los entrecomillados corresponden a los conceptos que he aprendido hoy en mi primera clase virtual. No sé a dónde me va a llevar este nuevo camino que he emprendido...¿A qué suena muy profesional? Es que me estoy metiendo en el papel de directora de empresa, hablando a un concurrido y nutrido grupo de accionistas que aplauden mi iniciativa, para coger confianza. Mmmmmm, me estoy imaginando ya en un enorme despacho, con grandes cristaleras, al más puro estilo de "Armas de mujer", por cierto, un peliculón en el que, por supuesto, yo interpretaría el papel de Melanie Griffith, la curranta con grandes ideas que quiere demostrar su valía...y lo consigue. ¡Qué grande es el cine!

Y esto es solo el principio de mi carrera online. Ya tengo mi siguiente objetivo, está archivado en un mail de mi correo y al que daré vida cuando termine mi papel estelar como estratega. Es un cupón de un curso de Community Manager pendiente de canjear. ¡Estoy lanzada! Hay que renovarse o morir y yo he optado por la primera opción, a mis taytantos años soy todavía muy joven y tengo mucho talento aún por enseñar...y no, no soy engreída, tan solo pongo en práctica algo que me dijo muy sabiamente una buena amiga, "de vez en cuando una tiene que echarse flores". Pues sí, tienes toda la razón.

miércoles, 25 de enero de 2012

Donde no llega la memoria llega la imaginación

Siempre me ha gustado escribir pero nunca me había puesto en serio, el trabajo absorbía demasiado tiempo y las horas restantes había que dedicarlas a la vida social. Hablo en pasado porque esa época ha quedado en un segundo plano. Ahora mis circunstancias vitales han cambiado y la escritora en fase durmiente durante taytantos años ha decidido despertar. Está motivada porque su casera (que soy yo, ella es mi inquilina la artista) la deja tiene tiempo "gracias" a no tener trabajo, pero sobre todo y más importante, es que el pequeño diablillo de dos añitos que corretea por la casa se ha convertido en su musa. Tener que contarle cuentos todas las noches para dormir (bueno, lo de dormir es un decir porque el niño ha salido juerguista y se resiste a soñar con los angelitos) es un dura prueba de memoria. Cuando llega el momento de "Dios, ya no recuerdo más cuentos" viene la pregunta "¿qué hago ahora?". Tranquilidad y que no cunda el pánico, tienes algo que puede ayudarte: imaginación.

Sí, has leído bien, todos tenemos imaginación, solo hay que creérselo y darle rienda suelta. Porque "donde no llega la memoria llega la imaginación", esta es mi máxima desde hace unos meses y cada día me gusta más. Es muy gratificante ver a una personita atenta a lo que le estás contando, una historia que nunca antes había existido y a la que tú has dado forma y vida. Me encanta escribir cuentos para los niños, pero ¡ojo! porque son los críticos más duros. De momento "el mundo de Hugo" (así he llamado a mi pequeña colección de cuentos) ha pasado la prueba con mi enano, pero ¿la pasará con otros niños? Eso da más vértigo pero ¡qué carajo!...hay que arriesgarse.

Dicho y hecho, he colgado alguna aventura de Hugo en mi blog y compartido con mis "amigos" del facebook, que han respondido mejor de que lo que esperaba (qué solo era que lo leyeran). Dicen que están muy bien (bueno, algunos de los que lo dicen son amigos amigos y que me van a decir) Pero ayer me lancé al mundo twitter y... ¡Qué subidón! ¡Casi 200 personas han leído uno de mis cuentos! ¿A qué es para estar contenta? Pero lo que más me llegó fueron las palabras de alguien que me dijo "vales mucho, gracias por compartirlo conmigo...y mis hijos claro". Las gracias se las doy yo porque me ha ayudado a confiar más en mi nueva faceta de escritora de cuentos. ¡Qué tiemblen las editoriales que voy a por ellas! Jajajaja.

lunes, 9 de enero de 2012

Vuelta a la normalidad, cada uno con la suya

Hoy sin duda la frase más repetida del día es y será: "por fin vuelta a la normalidad". Se acabaron las Navidades, las comilonas, las idas y venidas a casa de los familiares, la búsqueda desesperada de regalos para la noche mágica, la lista de buenos propósitos para el nuevo año y las peticiones de deseos para ti y los tuyos (bueno, siempre hay algún bienqueda que solo pide la paz en el mundo o que se acabe el hambre, deseos muy loables y que comparto, pero ¿por qué no se acuerda de ellos durante los restantes 364 días del año? Esto es muy típico del famoso que con una copa de champán nos revela en los medios que ese es su mayor anhelo para el año que comienza)... Uff, ¡cuántas cosas hacemos en estas fechas! ¡Cuánta razón tiene el grupo Mecano cuando desde la Puerta del Sol nos canta "...hacemos por una vez, algo a la vez"!

Y ¿qué nos queda después de todo este ajetreo? El adiós a las vacaciones, el comienzo de una dura batalla contra los kilos cogidos por el camino del exceso gastronómico, un duro ajuste de cinturones para recuperar gastos antes de que llegue Semana Santa y el bolsillo se vacíe de nuevo (pero sin olvidar que la sombra de las siglas IRPF es alargada y este año vienen cargadas de subidas) o el frenético cambio de regalos o bien porque los reyes no han acertado con tu gusto o bien porque se han equivocado de talla (y también está el típico listillo o listilla que quiere aprovechar las rebajas y hacer su "auto" promoción de dos por uno...pero como estamos en crisis se lo vamos a perdonar). Esto en cuanto a hechos constatables, pero ¿qué hay de los propósitos de enmienda?

La famosa lista encabezada con "este año voy a..." se queda en eso, en palabras, porque nunca la cumples y mira que te la sabes de memoria porque suele ser la misma cada año. Por ejemplo, ¿a cuánta gente conoces que dice "este año de verdad que voy a dejar de fumar"? Y ¿cuántos lo cumplen? Mmmmmmmm... nadie o casi nadie. Menos mal que este tan manido propósito desapareció de mi lista cuando me entere de que estaba embarazada de mi pequeño diablo de dos añitos y como soy mujer de palabra y madre de hecho, lo sigo cumpliendo.

Otro de los top propósitos es el de "este año voy a ir al gimnasio", un objetivo también muy saludable y recomendable pero igual de volátil, aunque en este caso he de reconocer que sí que conozco a gente que se apunta y durante un tiempo le echa voluntad...pero tarde o temprano empiezan con las excusas: ¡estoy tan cansado que soy incapaz de mover un solo músculo! ¡tengo mucho trabajo y poco tiempo! ¡me faltan horas al día para hacer todo lo que quiero hacer! etc, etc...y al final ¡adiós a la buena intención! (recomendación: en caso de abandono de gim, no olvidar borrarse, pagar por nada es de tontos o de ricos). Son solo un par de muestras de cómo no cumplimos lo que prometemos en Navidad, pero esto forma ya parte del belén de cada año, se ha convertido en un tópico de estas fechas que muchos odian pero que todos disfrutan.

Ahora toca la retirada de adornos navideños, hacer una batida de juguetes para reciclar y dejar hueco a los nuevos (con los que nunca o casi nunca va a jugar pero que le hacían ilusión), y en la misma línea revisar tu armario, maquillar un poco la casa para comenzar el año con otra cara y desechar lo viejo e inservible, incluidos los malos pensamientos. Una vez hecho esto, a seguir viviendo con la normalidad de saber que nada ha cambiado, pero eso sí, hay que dejar la puerta de los deseos abierta para que la suerte entre aunque sea en pequeñas dosis, que falta nos hace (¡vale! a unos más que a otros, pero no hay que ser egoístas). ¡Suerte a todos! ¡Qué el año 2012 nos traiga lo que nos negó el 2011! ¡Joder, parezco la Esperanza Gracia del turno de mañana!