miércoles, 25 de enero de 2012

Donde no llega la memoria llega la imaginación

Siempre me ha gustado escribir pero nunca me había puesto en serio, el trabajo absorbía demasiado tiempo y las horas restantes había que dedicarlas a la vida social. Hablo en pasado porque esa época ha quedado en un segundo plano. Ahora mis circunstancias vitales han cambiado y la escritora en fase durmiente durante taytantos años ha decidido despertar. Está motivada porque su casera (que soy yo, ella es mi inquilina la artista) la deja tiene tiempo "gracias" a no tener trabajo, pero sobre todo y más importante, es que el pequeño diablillo de dos añitos que corretea por la casa se ha convertido en su musa. Tener que contarle cuentos todas las noches para dormir (bueno, lo de dormir es un decir porque el niño ha salido juerguista y se resiste a soñar con los angelitos) es un dura prueba de memoria. Cuando llega el momento de "Dios, ya no recuerdo más cuentos" viene la pregunta "¿qué hago ahora?". Tranquilidad y que no cunda el pánico, tienes algo que puede ayudarte: imaginación.

Sí, has leído bien, todos tenemos imaginación, solo hay que creérselo y darle rienda suelta. Porque "donde no llega la memoria llega la imaginación", esta es mi máxima desde hace unos meses y cada día me gusta más. Es muy gratificante ver a una personita atenta a lo que le estás contando, una historia que nunca antes había existido y a la que tú has dado forma y vida. Me encanta escribir cuentos para los niños, pero ¡ojo! porque son los críticos más duros. De momento "el mundo de Hugo" (así he llamado a mi pequeña colección de cuentos) ha pasado la prueba con mi enano, pero ¿la pasará con otros niños? Eso da más vértigo pero ¡qué carajo!...hay que arriesgarse.

Dicho y hecho, he colgado alguna aventura de Hugo en mi blog y compartido con mis "amigos" del facebook, que han respondido mejor de que lo que esperaba (qué solo era que lo leyeran). Dicen que están muy bien (bueno, algunos de los que lo dicen son amigos amigos y que me van a decir) Pero ayer me lancé al mundo twitter y... ¡Qué subidón! ¡Casi 200 personas han leído uno de mis cuentos! ¿A qué es para estar contenta? Pero lo que más me llegó fueron las palabras de alguien que me dijo "vales mucho, gracias por compartirlo conmigo...y mis hijos claro". Las gracias se las doy yo porque me ha ayudado a confiar más en mi nueva faceta de escritora de cuentos. ¡Qué tiemblen las editoriales que voy a por ellas! Jajajaja.

1 comentario:

  1. Olé!!! Esa es mi Ángeles!!! Tía, no sólo valdrás para contar cuentos (que son geniales) tú eres fantástica.

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