lunes, 5 de diciembre de 2011

Llega la Navidad...y los gastos de más

Llega la Navidad con sabor a...cada uno que elija el dulce que le venga bien que en época de crisis no todo son mazapanes. Pero ¿cómo resistirse a la tentación de las fiestas? Es imposible no caer, mires donde mires y vayas por donde vayas, hay algo que te recuerda que se acercan los días de derroche y alegría... .¿qué vas al bar de siempre? pues ahí está el número de la lotería de Navidad, colocado estratégicamente tras la barra para que no puedas escapar de su mirada cada vez que tú levantes la tuya del café y...al final terminas comprando un décimo porque piensas "¿y si toca?" (mal pensamiento porque picas de aquí y de allá y cuando haces cuentas te has gastado un pastón que no recuperas ni con la pedrea).

Otras señales clarísimas: ¿qué tienes que comprar alguna cosilla que te hace falta para la comida? casualidad o no, pero justo al lado del estante donde está lo que buscas, está el de los adornos navideños y ¡qué es una casa sin el árbol decorado y el belén! pues a comprar también. ¿Qué quieres dar tranquilamente un paseo por la calle? si, pero es obligatorio escuchar el ho ho ho del papá noel de turno o los villancicos a todo volumen que ponen los comercios para llamar tu atención y lo consiguen porque de repente te das cuenta de que aun no has comprado ningún regalo...¡zas, ahí te han pillado!, menos mal que la mayor parte de ellos tienen puesto en el escaparate la palabra mágica: "rebajas". La conclusión que saco de todos estos mensajes es que quieras o no, el espíritu navideño te persigue...¡joder, ahora entiendo cómo se siente Anne Germain cuando contacta con los del más allá!...aunque con una pequeña diferencia, ella cobra por cada espíritu que se le acerca y tú pagas cada vez que te acuerdas de él cerca de una tienda.

Y cuando por fin llegas a casa y crees que estás a salvo... pues no, enciendes la tele y empieza el bombardeo. De repente, los anuncios se llenan de perfumes, móviles (de iphone para arriba, por supuesto) ordenadores, etc etc...y sobre todo, muchos muchos muchos juguetes para que los más peques de la casa tomen buena nota de lo que le van a pedir a los Reyes Magos ¡Pobres Reyes de Oriente! Otro año crítico que vamos a...perdón, que van a tener que capear y hacer cuentas para cumplir los deseos de todos, porque sería intolerable, y esto lo digo con mayúsculas, SERIA INTOLERABLE DEJAR A UN SOLO NIÑO SIN REGALO, y cuando digo niño me refiero a los menores y no a los adultos que en estas fechas quieren retornar a la infancia (aunque algunos viven permanentemente en ella) y se vuelven locos con la carta a los reyes.

Por cierto, mi enano todavía no ha escrito la carta a sus majestades y tenemos que empezar a pensar qué "pedir". Uffff, momento delicado para el bolsillo pero por segundo año consecutivo me libro de las exigencias de mi pequeño y amado tirano gracias a que aun es demasiado chico para elegir modelo y marca y se deja "aconsejar" muy sabiamente por papá y mamá, algo que en crisis se agradece mucho. Además a tan corta edad la mayoría de las veces les gusta más jugar con la caja que con el juguete, aunque a tí se te quede cara de tonta acordándote del dinero que se han dejado "los reyes" en los grandes almacenes...ay, los niños son así de caprichosos. Por eso los padres tenemos que aprovechar antes de que se interesen más por el paquete que por el envoltorio de mickey mouse o hello kitty...eso si, siempre regalar algo que sepas que le gusta y le hace ilusión, por ejemplo, al mio le encantan los caballos y sé que saltaría de alegría con uno de carne y hueso pero de momento tendrá que conformarse con uno de plástico que no necesita comer y duerme en cualquier lado.

Mi consejo para que tu economía sobreviva a estas fiestas es no perder la cabeza con los regalos, nadie sufre por recibir uno en lugar de dos...lo importante es que te lo dé la gente a la quieres y que te quiere, lo demás son campañas publicitarias.

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