viernes, 16 de diciembre de 2011

Qué duro es no dormir...¡málditos terrores nocturnos!

Otra noche sin pegar ojo. El peque está en la fase que los psicólogos llaman terrores nocturnos, o lo que es lo mismo, grito gutural a mitad de la noche y sin previo aviso. El primer aullido es sobrecogedor, te pilla a traición y el medio infarto lo tienes asegurado. Un susto de ese calibre cuando estás profundamente dormida puede ser peligroso, porque te devuelve de golpe al mundo terrenal y casi sin tiempo para que tu corazón reacciona al mismo ritmo. Tu respiración se vuelve agitada pero tu mente solo puede pensar en una cosa: qué le pasa a mi cachorro. Te levantas como un resorte y te lanzas a la carrera hasta alcanzar la meta, cuando llegas a la camita intentas coger aire, le miras y ves que tiene los ojos cerrados pero una dura pelea consigo mismo, patadas, manotazos... y durante todo este proceso no deja de llamarte, ¡mamá mamá mamá!

Como es la primera vez, pagas la novatada porque con todo tu cariño y preocupación te acercas, intentas abrazarle para que se tranquilice pero es imposible, en ese estado de alteración es difícil controlar su fuerza, lo que significa que te llevas una buena paliza. Es el riesgo que conlleva ser madre primeriza y no tener seguro que lo cubra. La única solución es la experiencia, con el primer pavor nocturno (más tuyo que de tu hijo, porque el trastorno que provoca ¿quién lo sufre? él en sueños pero tú en realidad) fijo que te llevas varios guantazos por pecar de ingenua, la segunda ya vas preparada y consigues esquivar alguno y la tercera te conviertes en Neo, en el elegido y no hay quien te noquee. ¡Prueba conseguida!

Con el paso de las noches tu mente y tu cuerpo se adaptan al horario de los terrores de tu hijo, ya no hay sobresaltos pero si una falta absoluta de sueño. Además el jodio solo se calma si vas tú, así que mamá se tumba con él un rato hasta que cae de nuevo en brazos de Morfeo. El problema es que mamá también se duerme y más de un día amanece en su cama y eso me temo que no debe ser bueno para la pareja. ¡Una solución quiero! Consultaré ahora mismo al oráculo que todo lo sabe, a mi inseparable amigo google y mañana seguro que tendré varias opciones que contar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario