viernes, 9 de diciembre de 2011

Mañana es luna llena...¡cuántas leyendas!

Mañana es luna llena, es uno de los fenómenos astronómicos más bonitos que se repiten cada mes, sobre todo si el cielo está limpio de nubes. Su luz se refleja más allá de donde llega tu vista pero lo más probable es que esto no suceda, porque las previsiones del tiempo no acompañan. Lo que siempre ha acompañado a la luna es un halo de misterio, a veces bueno y a veces no tan bueno. La mala fama no es solo cosa de los astros del espectáculo, también la estrella nocturna más visible desde el asfalto es protagonista de las más temidas leyendas. Dicen que cuando se llena la luna, sale el hombre lobo, el cordero se transforma en su más feroz enemigo...y hay culturas y países donde aún se cuentan historias de licántropos...¡a otro lobo con ese cuento!

Aunque ahora que lo pienso es verdad que hay mucho lobo con piel de cordero suelto por el mundo, pero éstos no necesitan del influjo de la luna para clavarte los colmillos. ¡Estos si son los verdaderos hombres lobo! Todos conocemos a alguno que ha intentado o intenta morderte,  pero no siempre tienes a mano balas de plata, como marcan los mitos (menos mal que no exigen que sean de oro porque entonces estariamos bien jodidos con la crisis), para terminar con su efecto maligno...porque con éstos no hay balas que valga, o te los echas a la cara o date por muerto.

Luego también están las historias de vampiros, seres que solo salen de noche y no me refiero a los amantes de la juerga que esos son de otra familia y no vienen de Transilvania, sino de transitar garitos por la noche. Pero los vampiros al contrario que los hombre lobo están de moda, solo hay que echar un vistazo a los crepúsculos del cine, aunque bien es cierto que esta saga de guapos y modernos draculines pueden vivir sin que la luna releve al sol, vamos que viven de día y duermen de noche como el resto de los humanos...¡cómo ha cambiado el cuento!

Pero la luna no solo tiene un lado oscuro, da luz a otro tipo de creencias populares. Dicen que muchos niños que están en el útero de sus mamás esperando el pistoletazo de salida y que están cerca de esta fase lunar esperan a la luna llena para nacer. Realidad o no, sin duda es mucho más bonito pensar que la luna da cobijo a más niños que a hombres lobo y vampiros. Por cierto, yo no sé si mi enano vino al mundo en plenilunio o en cuarto creciente, tendré que averiguarlo y echar mano del oráculo del siglo XXI: internet.

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